Uno de los pasos esenciales para aprender algo nuevo es escuchar. Pero ¿cómo escucharemos si no sabemos cómo hacerlo? En el 2019 me puse un único propósito de año nuevo: Escuchar. Vaya tarea. Para lograr esto supe que debía de mantener la boca más tiempo cerrada y el oído mucho más abierto. Esto me llevo a participar en un programa, mejorar mi oído musical, desarrollar mi oído para entender un nuevo idioma y sobre todo acercarme genuinamente a mis seres queridos.

       Cuando uno aprende el valor de nuestro silencio, pule y crea mejores preguntas que sean detonantes para nuestro interceptor, estimula la reflexión y el análisis, ilumina un hilo para seguir el camino. El pájaro no canta porque tiene algo que afirmar, sino porque tiene un canto que expresar. Escucha.

El pájaro no canta porque tiene algo que afirmar sino porque tiene un canto que expresar.

       En una ocasión grabando para un programa con un Orlando Flores, integrante de Cosmic Brothers, me dijo: ‘’Todos oyen pero pocos escuchan.’’ Empíricamente, he visto que pocos nos concentramos en escuchar a quien nos rodea. Hemos disminuido nuestra sensibilidad para percibir las sensaciones, las palabras y las enseñanzas de otros. Aprender a escuchar es todo un arte. Esto incluye saber discriminar lo que quieres del ruido que emite la ciudad.

        Al escuchar, se debe buscar una idea principal, las ideas que refuercen y argumenten la veracidad de lo que quieres aprender. Para aprender a hacerlo debemos de ser humildes y empezar a escuchar algo que nos encante y nos mantenga entretenidos. No seas tan duro exigiéndote consumir lo que otros hacen.

      Escuchar nos permite identificar un hilo conductor que alguien está tratando de expresar. Esto nos permitirá construir conocimiento y mejorar nuestro razonamiento a partir de ideas diferentes a las propias. Es parte de nuestra evolución como especie, escuchar nos conecta con el otro.

      Cuando estás aprendiendo un idioma muchos te recomiendan escuchar y ver series, películas y música. Una buena oportunidad sería crear una sensibilidad hacia lo que queremos aprender empezando por preguntarnos qué y por qué lo queremos aprender, escucharnos. Necesitamos abrir nuestros oídos a los que ya tienen la experiencia de errores, evolución y análisis. Realmente creo que escuchar es el primer paso para la empatía: esto nos permitirá también aprender de las emociones, la sensibilidad, la experiencia de otros.

   Pregúntales a tus seres más cercanos ¿Cómo están verdaderamente? ¿Cómo se sienten? Podrías sorprenderte de sus respuestas y de lo poco que escuchamos a veces. Aquí no solo aprenderás algo nuevo, si no, habrás fortalecido el vínculo con los que más te importan. Podrás sentirte integrado como parte una comunidad que vive y adolece por comunes denominadores.

    Hoy en día necesitamos escuchar a todas aquellas víctimas de abuso, violencia, violencia sexual, machismo, clasismo, corrupción y entre otras cosas. Esto nos llevará a las entrañas de lo que nos está pudriendo, nos permitirá ser parte de la solución, buscar respeto y justicia por los que hoy ya no están. No saber escuchar es el primer paso para desencadenar el cáncer de la sociedad. Escuchar podría ser un remedio potente en el tratamiento de un mundo lleno de ruido.

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